Durante muchos años, la estación de penitencia de la Hermandad de los Capiruchos Negros de la tarde del Viernes Santo se ha realizado desde la Parroquia de Nuestra Señora del Reposo. La capilla del Pilar de esta Parroquia albergaba a nuestros dos titulares, el Cristo Yacente para el Paso del Santo Entierro y la Virgen de la Soledad para el paso de palio.

El recorrido de esta Estación de Penitencia consistía en el paso de varias calles de la localidad siempre pasando por la plaza Ramón y Cajal, plaza central del pueblo, y por la puerta del Ayuntamiento, en esta época no existía aun la Carrera Oficial.

Durante la última restauración de la Parroquia los Sagrados Titulares que estaban en la Capilla del Pilar fueron trasladados a la Ermita de San Sebastián, a la sazón sede de nuestra Hermandad, y desde ese año realizan su estación de penitencia desde esta Ermita y con el mismo recorrido que la Estación de Penitencia de la Madrugá pero sin entrar en la Parroquia, pasa por la puerta principal de la misma pero no entra en ella.

El cortejo de esta Procesión consta de dos pasos, el Santo Entierro y la Virgen de la Soledad. Delante del Paso del Santo Entierro van las representaciones civiles y religiosas de la localidad, hermandades, guardia civil, párroco, alcalde o alcaldesa. Tras el Paso del Santo Entierro va la banda Municipal de Música. Cierra el cortejo la Virgen de la Soledad acompañada de otra banda de música.

Acompañan al cortejo las Tres Marías, la Verónica y un grupo numeroso de niñas vestidas de angelitos. Antes de los desgraciados sucesos del 36 acompañaban a la procesión del Santo Entierro la Fe, la Caridad, la Esperanza, doce sibilas, un grupo de armados y un paso de la Muerte muy parecido al que procesiona en Sevilla. Estos no se han recuperado